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El sector energético y de servicios públicos actual se encuentra en una encrucijada fundamental. La salida de la crisis pandémica y la guerra ruso-ucraniana, con las consecuencias que recaen en la economía, imponen un replanteamiento de la lógica y un giro decisivo hacia un cambio que ya desde hace mucho tiempo se predecía y que hoy es más que nunca necesario.

 

Particularmente, las Utilities tendrán que apuntar hacia la digitalización a través del uso de nuevas tecnologías que sean capaces de transportarlos hacia el futuro, como la Inteligencia Artificial.

 

En este contexto la IA se vuelve fundamental porque permite la definición de estrategias de venta adecuadas para el mantenimiento de la relación de la marca con sus consumidores, esto constituye siempre el activo de mayor valor para un negocio y que combinado con una marca fuertemente reconocida del mercado, representa la llave de acceso para cualquier empresa que quiera posicionarse verticalmente en un mercado en particular.

 

En concreto el uso de la Inteligencia Artificial en campañas de televenta es a día de hoy la mejor elección para poder optimizar los resultados aumentando las ventas, sin perder el contacto directo con el consumidor, esto permitirá a las Utilities ampliar el abanico de posibilidades y por consiguiente aplicar las estrategia más adecuadas para incrementar sus beneficios, por ejemplo:

 

 

  • Proponer el producto adecuado a cada cliente, actual o potencial;

 

  • Proporcionar siempre un servicio puntual y eficiente a los clientes que contacten al Customer Service.

 

No se trata solamente aumentos en ventas e ingresos, sino más bien un conjunto de actividades y estrategias diseñadas para mejorar la experiencia de marca capaces de hacer entrar al cliente, actual o potencial, dentro de un mecanismo bien engrasado en el que este siempre es el centro.

 

¿Cómo es posible implementar la Inteligencia Artificial dentro de la empresa?

 

Gracias a BigProfiles, la primera Plataforma de Inteligencia Artificial para la Televenta, es posible implementar estrategias basadas en datos que permitan a las Utilities alcanzar fácilmente los sus objetivos de venta sin poner en riesgo ni afectar la propia imagen de marca ni renunciar a la posibilidad de proporcionar el mejor servicio al cliente.