Cuando hablamos de Inteligencia Artificial inmediatamente pensamos en tecnologías a la vanguardia, robots capaces de entender y decidir las acciones a realizar y un mundo futurista en el que conviven máquinas y hombres. En realidad, la Inteligencia Artificial y su uso son mucho más reales de lo que uno podría imaginar y hoy en día es utilizado en diferentes sectores. Sin embargo, se trata de usos menos invasivos de lo que se piensa o de lo que suelen mostrar las películas de ciencia ficción, que han encontrado en la temática de la Inteligencia Artificial el punto de partida de muchas series más o menos exitosas.
Mucha gente cree que el uso de sistemas inteligentes está relegado a determinadas élites informáticas sin pensar que, por otro lado, la Inteligencia Artificial también es muy utilizada en la vida cotidiana. Por ejemplo, las distintas herramientas de reconocimiento de voz que se utilizan habitualmente, desde los smartphones hasta los sistemas de seguridad, se basan en algoritmos propios de la Inteligencia Artificial, especialmente los relacionados con el aprendizaje automático. El uso que se hace de esta herramienta en el sector de la automoción en casos de conducción autónoma, por ejemplo, es bien conocido en el panorama del aprendizaje automático y la Inteligencia Artificial.
Sin embargo, no solo se tienen cada vez más productos tecnológicos, sino que la inteligencia artificial siempre está encontrando nuevas aplicaciones también en el campo organizacional y de gestión estratégica, logrando realizar análisis de mercado que permiten establecer las mejores estrategias en cada circunstancia, independientemente de la adquisición, venta cruzada o antichurn.
Mediante la Inteligencia Artificial se hace posible, por ejemplo, saber cuál de los perfiles con los que se quiere contactar es el más proclive a comprar un producto, cuál de los productos en oferta es el más adecuado para cada cliente potencial o cuál es el más vendido para poder concretar la venta. Del mismo modo, brinda a las empresas la oportunidad de conocer mejor a sus clientes y sus necesidades a través de un análisis en profundidad, para poder brindar a las empresas la oportunidad de implementar las precauciones necesarias para mantener a sus clientes vinculados a ellos, aumentar su reputación y salvaguardar su imagen, pero sobre todo respondiendo a las necesidades de los consumidores que, cada vez que compran o pagan un servicio contratado, depositan su confianza en nosotros.
Pero, ¿cómo implementar la inteligencia artificial dentro de tu empresa?
Eligiendo la plataforma de inteligencia artificial BigProfiles. Esta le permitirá analizar grandes cantidades de datos en muy poco tiempo (¡incluso en tiempo real!) para crear modelos predictivos capaces de predecir el comportamiento esperado de prospectos, clientes potenciales o clientes.
Todo ello, sin tener que realizar ningún cambio organizativo para su implantación. La interfaz intuitiva y la facilidad de uso de la plataforma, de hecho, la podrán utilizar incluso por aquellos que no tienen conocimientos en términos de codificación y ciencia de datos, democratizando el acceso a la información y posibilitando también la gestión de operaciones y marketing de seguimiento. Elegir las estrategias más adecuadas para lograr el objetivo de forma rápida y rápida, teniendo siempre el panorama completo de la situación frente a ti.
¿Cómo logra BigProfiles extraer toda esta información?
El funcionamiento de la plataforma BigProfiles es muy sencillo, ya que para generar los modelos predictivos se toman como input todos los datos puestos a disposición por las empresas clientes, como datos personales (como género, edad, dirección), datos CRM (como productos comprados, antigüedad del cliente, etc.) y de transacciones y eventos (como pagos, datos de uso y tráfico, comunicaciones con el cliente, etc.).
Si estos datos no fueran suficientes, BigProfiles los completará con datos externos, que se deducen de más de 650 indicadores socioeconómicos a partir de la dirección, obteniendo así datos estadísticos sobre la renta, el patrimonio, la educación, el consumo y los intereses de la población residente en esa microzona. En el caso de las empresas, los datos se obtienen a partir del CIF: volumen de negocios, beneficios, sector, empleados, ubicación, etc.
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