El sector de las telecomunicaciones es un sector en constante cambio y altamente competitivo que, desde la liberalización del mercado a finales de los años 90, se ha convertido en protagonista de un crecimiento imponente que ha llevado a una multiplicación (a veces incontrolada) de los operadores de telecomunicaciones y que hoy ve a los gigantes del sector dividirse el mercado con una miríada de otros competidores más o menos jóvenes y provenientes de mercados heterogéneos.
Además de todo esto, el sector de las telecomunicaciones se enfrenta actualmente a dificultades aún mayores derivadas en gran parte de la crisis post-pandémica y del estallido de la guerra en Ucrania, las cuales han iniciado una verdadera guerra de precios entre los actores presentes para conseguir morderse recíprocamente las partes de un mercado históricamente caracterizado por tasas de churn altísimas y que, dada la situación, no apuntan a disminuir.
Por lo tanto, las empresas de telecomunicaciones tienen que apostar por estrategias capaces de mantener, por un lado, los precios a niveles competitivos y, por otro, mantener la calidad del servicio, que representa cada vez más la estrella polar a seguir por cada empresa que tiene como objetivo la cumbre de su sector.
Para hacer esto, es necesario hacer un viraje decidido, optando por un cambio de estrategia general que incluya el uso de tecnologías innovadoras como la Inteligencia Artificial, las únicas que pueden arrojar luz sobre la gran cantidad de información y datos que provienen diariamente del propio mercado, con el fin de utilizarlos para establecer estrategias basadas en datos capaces de responder a las demandas cada vez más estrictas y específicas de los consumidores.
Al implementar la Inteligencia Artificial dentro de su negocio, las Telecomunicaciones tendrán la posibilidad de analizar a fondo a los consumidores y proporcionarles el servicio más adecuado a sus necesidades, personalizándolo sobre sus necesidades y asegurándose de que cada uno de ellos pueda sentirse siempre en el centro. Además, podrán apostar por la búsqueda de nuevos clientes realizando estudios preventivos que le permitan proponerse en el momento adecuado y con el producto adecuado, especialmente en el contexto actual en el que la elección de un operador telefónico ya no se limita a una tarjeta SIM y a un plan tarifario, sino a un estilo de vida basado en las necesidades familiares, de trabajo y de ocio.
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